Escribí un poema
que no era bello pero decía
dos o tres verdades
de las mías pequeñitas.
Y al final apreté un botón
con una flecha en contra
“backspace”
sacrificando el poema por ver
como corren las letras hacia la fuente
y ahí el poema comenzó a brillar y a sonreír
en su precariedad, en su olvido
nunca siendo
se desvistió de sus letras imaginarias
y parió la nada.
martes, octubre 9
Palabras
Le temo a estas letras
como a un escenario del yo
tanto así que callo por un
buen tiempo
se ordenan las monedas sobre mi
mesa desordenada de escribir
se ordenan y forman algo bello
más de lo que pueden pagar
tan ingenuas las pobres
tan putitas de mano en mano
y aquí las ordené mientras callaba
temiendo lo que las letras
pudieran formar sobre el papel
y el conducente escenario
dispuesto de par en par
de dos en dos y tres en trenes
entrampado
Escaramuza final, una estocada
era eso al fin y al cabo.
nunca fueron estas monedas modestas
nunca fueron los escenarios del alma
solo fueron las palabras.
como a un escenario del yo
tanto así que callo por un
buen tiempo
se ordenan las monedas sobre mi
mesa desordenada de escribir
se ordenan y forman algo bello
más de lo que pueden pagar
tan ingenuas las pobres
tan putitas de mano en mano
y aquí las ordené mientras callaba
temiendo lo que las letras
pudieran formar sobre el papel
y el conducente escenario
dispuesto de par en par
de dos en dos y tres en trenes
entrampado
Escaramuza final, una estocada
era eso al fin y al cabo.
nunca fueron estas monedas modestas
nunca fueron los escenarios del alma
solo fueron las palabras.
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